Coaching nutricional, una metodología diferente para lograr resultados exitosos y duraderos

Por la Lic. en Nutrición Valentina Baccino
Quizás en algún momento acudiste a un nutricionista para comer mejor, para perder peso, o más allá de los cambios en la balanza, para dejar de sentir esa angustia de no poder controlarte con la comida, para mejorar tu salud o prevenir enfermedades en un futuro.
En esta nota quiero contarte un nuevo enfoque para modificar tus hábitos alimentarios que es el coaching nutricional. Es fundamental que él o la profesional que te acompañe en el proceso para lograr tus objetivos nutricionales y mantenerlos en el tiempo sea un licenciado en nutrición especializado en coaching nutricional, ya que es necesario combinar el asesoramiento con la metodología del coaching.
¿De qué se trata?
¿No te pasa que ya sabés de memoria lo que tenés que comer pero el problema es que no podés llevar a la práctica las indicaciones o mantenerlas en el tiempo?
Esto sucede porque hay ambivalencia y el coach te acompaña para reducir o eliminar la confusión que genera el hecho de querer llevar a cabo un cambio y no saber cómo lograrlo.
Coaching es una palabra derivada del verbo en inglés to coach, que significa “instruir, entrenar, preparar, ayudar”. El coach, es el instructor o entrenador, y el coachee, es el aprendiz.
Se trata de un programa personalizado donde se acompaña en el cambio de los hábitos alimentarios. Te ayuda a conseguir tus objetivos aumentando tu motivación y tu confianza y así disfrutar de la comida de una manera sana y perdurable en el tiempo.
¿Querés conseguir el control sobre tus hábitos alimentarios? ¿Te gustaría hacer un cambio de tu alimentación y te cuesta conseguirlo? ¿Sentís que estás perdiendo el tiempo con tu dieta actual y que la vas a volver a abandonar en cualquier momento? ¿Necesitás apoyo y motivación? ¿Buscás resultados a largo plazo?
El acompañamiento del profesional en este proceso hace que todo sea más fácil. Seguro podés hacerlo solo, pero voy a usar una metáfora para explicar la diferencia. Es como ir al cine, podés ir solo y ver la película, pero si vas acompañado seguro lo pasás mucho mejor. En esto es igual, se trata de disfrutar cada etapa del proceso.
Diferencia con la consulta tradicional
Seguramente estés acostumbrado a una relación tradicional más jerárquica. Tu escuchas y esperas con pasividad las indicaciones; la nutricionista marca el ritmo y hasta se puede mostrar en ocasiones bastante autoritaria.
En el coaching nutricional la actitud es totalmente diferente. La jerarquía se rompe. El profesional tiene una actitud abierta hacia su paciente y entiende que si bien él es el experto en nutrición, el paciente es el experto en su propia vida.
Sacarle presión a la consulta
A menudo, en la consulta tradicional, el paciente “confiesa haber pecado”, esperando el juicio negativo por parte del profesional. “Vengo a que me rezongues” dicen los pacientes. En el coaching nutricional no hay espacio para esto. “Un tropezón no es caída” y lo importante es identificar qué nos dejó esa experiencia, porque en los procesos de cambio las recaídas son normales y nos dejan enseñanzas.
A ver si te sentís identificado
¿Cuál es el principal problema a resolver para llevar una alimentación saludable? Quizás… ¿te servís cantidades excesivas de comida? ¿Comés por ansiedad? ¿Picoteás en algún momento del día? ¿Necesitás información calificada para saber cómo diseñar un menú saludable y apetecible a la vez? ¿Tu problema es la falta de planificación? ¿O quizás es que no sabés cómo reaccionar eficazmente a la presión social que te arrastra a comer mal?
No te alarmes si respondiste afirmativamente a todas las preguntas anteriores. No sos un caso perdido. La mayoría de las personas que quieren mejorar sus hábitos alimentarios se encuentran en su camino con alguna, o algunas, de estas barreras, o incluso con todas a la vez.
“No tengo fuerza de voluntad” me dice una paciente respecto de seguir la dieta. Sin embargo, minutos antes me explicó que cocina todos los días para 5 personas, su marido y sus hijos. Que cada día se levanta a las 6 de la mañana, tiene un empleo de 8 hs y regresa directo a hacer las tareas de la casa. Yo no veo una mujer con falta de fuerza de voluntad. Veo una mujer con una gran fortaleza y mucha voluntad que hasta el momento ha tenido dificultades para cambiar su dieta.
Pensar en el presente
Sólo tenés que centrarte en lo que vas a hacer hoy. ¿A qué así es más fácil?
Definir tu objetivo y levantarte cada mañana centrando tu atención en las actividades que debés hacer para lograrlo. No dejar que nada te distraiga o reste tu energía, pensando en cuánto te queda por conseguirlo o lo mal que te salió la última vez.
Cuando termine el día, ¿qué debés haber conseguido para que tu día haya valido la pena?
Confiar en ti
Por otro lado, desde el coaching nutricional se te acompaña para aumentar la confianza en ti mismo. A veces las personas desconfían de su capacidad debido a errores cometidos en el pasado. Los pacientes, con frecuencia caen en el rol de víctima, recordando lo duro que fue estar a dieta y lo poco que le duró, lo que después de mucho esfuerzo consiguió.
Lo importante es darle significado a esa experiencia pasada, ¿qué es lo que ahora sabés que no debés, ni querés, volver a repetir? ¿qué es lo que aprendiste y podés usar ahora en el presente?
En ocasiones no nos salen las cosas o no nos va bien en lo propuesto porque pensamos que hay una única manera de hacerlas. Y no es así. Nos bloqueamos al intentar una y otra vez porque una y otra vez queremos conseguir de la misma manera lo que ansiamos. Siempre hay más posibilidades de las que a priori pensamos o somos capaces de ver. Ya lo decía Einstein: “Si buscás resultados diferentes, haz cosas diferentes”.
¿Estás repitiendo lo mismo que probaste la última vez para conseguir mejorar tu alimentación y controlar tu peso? Si la respuesta es sí, es probable que esta vez vayas a conseguir lo mismo que entonces. Por otro lado, si querés algo nuevo a la hora de mejorar tu alimentación, quizás podrías probar algo distinto, como el enfoque del coaching nutricional.
¡Feliz viaje hacia la alimentación saludable!